NO ESTÁN PARA EL AYER LAS DESPEDIDAS.

Quise dejar de escribirte

Y obtuve un verso deshecho,

Un dolor en el pecho

Y un mar para olvidarte.

Quise dejar de rimarte

Y vieron las musas en tu pelo

Sonetos de escarcha y hielo,

Caricias de cielo y arte.

Quise dejar las cadenas,

Mas un día, al desatarme,

No estabas para abrazarme

Y yo, llovía de pena.

Me voy con mi amor a otro lado,

Aquí sólo queda la arena

Y la orilla de tu pasado.

LLOVERTE, LLOVERME.

Te creí poesía y no supe leer.

Los versos de tus labios decían adiós

Y fueron mis palabras, de dos en dos

Cayendo en el abismo del ayer.

Te creé poesía y no quisiste leer

Y llovía mi pluma, perdida,

Y no hallaban mis ojos salida

Del mar al que me hacen caer.

Me creí crear poesía                       

Y no sabía leer,

Ni ser noche, ni día,

Ni dejarte ir,

Ni negarte volver.

Ya no sé ni escribir,

Sólo me sale llover.

SIN VESTIDURAS.

No se sabe este silencio

Cómo encaja en mi bahía,

No se apaga,

No se enfría.

No se seca el mar helado

Sin la primavera de tus manos,

Ni me apeno,

Ni me enfado.

Ni desierto, ni vacío,

Ni levanto, ni caí,

Ni tuyo, ni mío,

Ni contigo, ni sin ti.

Sin verano, sin calor…

Y sin mí,

Que es lo peor.

SIEMPRE ES INVIERNO EN MI ABRIL.

"Ay, qué triste estoy,

Qué triste estoy", se repetía

Y entre recuerdo y recuerdo

Otro poema cosía.

Estaba junto a su espalda

Y me olvidé de reír,

De dormir, de soñar,

De volar, de sentir.

Me robó el mes de Abril

Y el de Mayo, y el de Febrero...

Y se llevó mi asteroide

Con mi rosa y mi cordero.

Los suspiros son cárcel,

Lo deseos, dolor;

Son amargos los versos

Y las pesadillas, canciones de amor.