domingo, 17 de marzo de 2013


OCÉANOS DE ABISMO

No dejes que tu mundo se derrumbe

siendo tuyo el cielo y las estrellas,

siendo océano entre las olas más bellas

y dejando que el Sol ardiente alumbre.

No abandones tu sonrisa en la batalla

si luchas por amor, y por cumplido

te juro que jamás será vencido

el verso que con la mirada callas.

El reflejo en el espejo de uno mismo

se refleja en la intrépida dulzura

de tus ojos, divisar la noche obscura

navegando entre mis océanos de abismo.

Las olas denigrantes de los mares

que acarician las mejillas de la arena

y besaron las lágrimas de pena

y sonrisas que con los ojos abres.

Como notas entre teclas de un piano,

desvaneces la tristeza, como el viento

desvanece los minutos en el tiempo

y se marchan cogidos de la mano.

TECLAS DE CENIZA

Jamás conocí la perfección

de tus manos rozando blancos prados

de esbeltos árboles negros y acallados,

oscurecidos por la sinfonía de tu canción.

Disipas toda aura de dolor desprendido

si fundes el alba entre los recovecos del tiempo,

acaricias los árboles, mecidos por el viento

y enseñas a un rayo de sol todo lo aprendido.

Lograste amar luz y oscuridad

susurrándole al oído que no existía el temor,

disfrazado de sollozos de lluvia y de dolor

por miedo a perder el timón de la soledad.

Invocas el paso del tiempo con tu música,

belleza escondida en inequívoca dulzura

de besos y pasión entre gastadas partituras

solo la musa de tus manos presume de ser única.

Jamás conocí el amor entre las teclas de un instrumento,

silenciosas y taciturnas como noches bajo el cielo

esperando ansiosas y melódicas a alzar el vuelo

y construir notas llenas de sentimiento.

Eres la estructura poética de quien no ama

recuerdos esparcidos en el sofá,

lágrimas entre claves de Sol y de Fa,

teclas transparentes entre líneas de un pentagrama.

Tus ojos son la ceniza de una calada,

tus labios el hilo que borda una sonrisa,

eres oxígeno, una bocanada profunda y precisa.

Lo eres todo... no eres nada.

Una eterna carcajada de cenizas, de polvo, de nada.