miércoles, 22 de febrero de 2017

ACTO PRIMERO

Bailamos
como lobos de fauces abiertas,
labio a labio,
desencontrados.

Tus piernas, un libro que se abre
y derrama sus versos
al calor de las sábanas,
rodean mi espalda en desaliento
y oprimen mi cuello hacia el abismo.

Los labios, en tanto, se entreabren.
Las manos, a tientas, se sitúan:
unas, a la orilla de tus muslos;
otras, al colchón expectante.

A ciegas, te encuentra mi saliva
el sexo encarnado en deseo
y tu vientre se abraza a mis dedos,
como río al caudal de tu cuerpo.

Las caderas son dos golondrinas
que remontan el vuelo
y las alas,
dos gotas de lluvia mojadas
por el curso de tus latidos.

Así, se abre el cielo desnudo
y un relámpago cruza tu vello,
y tu bello sonar se propaga
y rebota en éxtasis,
consumido.

miércoles, 15 de febrero de 2017

ADAGIO

Antes de hablar, pide permiso.
Córtale olas al mar.

Vengo a llorar a los parques
para suplir la falta de lluvia.
Ando rápido, a ninguna parte,
como movida por el sueño.

Llama antes de entrar.
No tengo remedio.

Tengo frío y me desnudo,
me arranco la ropa mojada de ausencias.
A tiras,
la piel se descubre.
Caireles de besos
se funden conmigo.
De sangre, en mi rostro,
se hacen las noches
el amor en silencio.

Las estrellas apagadas
me pertenecen.

Pétalo a pétalo
caen deambulantes las palabras
del cielo de tu boca
al mar de mis delirios,
como si nada, aparte de mí,
pudiese hundirse en mi carne
tan plácidamente como yo lo hago.

Sólo yo clavo tan honda esta bandera
en la herida más transitada de mi pecho...

pero siempre cicatriza
(pero siempre resucito).

jueves, 9 de febrero de 2017

EL VINO A SU TEMPERATURA...

Y yo a la de tu pecho.
Lluevo y no hay nadie
que salve mis palabras del tránsito
de humedad y áridos cuerpos
que se niegan el amor.

Un triste piano compone caricias
que suenan en los labios que se besan en los parques
y mis manos atrapan torpemente,
esperando que ellas puedan oírlas también.
A veces, las escucho en algún que otro portal.

Pero no son mis sueños los que deben oírlas.

Pobres almas que sueñan
y el agua fría las revierte.