LÁGRIMAS DE BOABDIL
No.
No fui capaz.
La casa se me cae sobre los sueños.
Las ruinas comunican mi latir.
No hubo vencedor en esta guerra,
sólo yo perdí.
La nieve alcanzó las horas solas,
Granada firmó su rendición.
Los números corrieron al abismo.
El polvo tapa el sol.
Las ventanas se han dormido
sobre un profundo telón
de escombro y abandono.
Enterraron mis años
bajo los restos del mar.
Las calles me miran.
El asfalto me coge los pies.
Yo huyo de mi propia sombra.
No.
No fui capaz.
No fui capaz de curarme.
El recuerdo siempre abre un cantar
y descose la herida gastada.
lunes, 31 de diciembre de 2018
miércoles, 26 de diciembre de 2018
LUZ DE
DICIEMBRE
"Encallé
en tu costado
ya no hubo vientos, ni olas, ni mar (...)"
– Juan Trova
ya no hubo vientos, ni olas, ni mar (...)"
– Juan Trova
No esperaba
el invierno
tan cálido y desnudo.
Sobre las mantas de nieve
cubre los cuerpos la escarcha
y el hogar de nuestras manos
enciende el fuego del alba.
Vagabundeo las sombras
y la mitad de amanecer
se asoma en tu espalda
dibujando una caricia.
Con mis manos,
con tu piel
aletean las pupilas en la brisa
buscando en la corriente
la flor de tu sentir.
El frío ha llegado a las sábanas,
los pies se buscan a tientas
en la coreografía de un beso
y yo
me encuentro en tus brazos
cuando en la noche me salvan.
tan cálido y desnudo.
Sobre las mantas de nieve
cubre los cuerpos la escarcha
y el hogar de nuestras manos
enciende el fuego del alba.
Vagabundeo las sombras
y la mitad de amanecer
se asoma en tu espalda
dibujando una caricia.
Con mis manos,
con tu piel
aletean las pupilas en la brisa
buscando en la corriente
la flor de tu sentir.
El frío ha llegado a las sábanas,
los pies se buscan a tientas
en la coreografía de un beso
y yo
me encuentro en tus brazos
cuando en la noche me salvan.
martes, 25 de diciembre de 2018
HABITACIÓN CHICA
Hay veces que encuentro
tu voz escondida
en viejos vinilos de recuerdos,
en nuevas imágenes contrastadas
de sol y sombra,
de arruga y piel.
Esconden el tiempo
bajo sombreros de alas gigantes,
aunque ninguno lo hace como tú.
Entonces, pienso en tus labios
rodeando el aire en un silbido
con el que aún te regreso.
Aún no he olvidado
tu forma de andar,
tu risa equilátera,
tu dedo inconcluso.
Miro a la terraza desde el mundanal suelo
y ya no hay barrotes,
ni amarillo tendido.
Las lágrimas del río cuentan que te fuiste,
pero ahora tu abrazo
me persigue a todas partes.
El amor se ha quedado
en dos sillones verdes y una mesa camilla
y la canela y el azúcar
ya no endulzan tanto el despertar.
Hay veces que encuentro
tu voz escondida
en viejos vinilos de recuerdos,
en nuevas imágenes contrastadas
de sol y sombra,
de arruga y piel.
Esconden el tiempo
bajo sombreros de alas gigantes,
aunque ninguno lo hace como tú.
Entonces, pienso en tus labios
rodeando el aire en un silbido
con el que aún te regreso.
Aún no he olvidado
tu forma de andar,
tu risa equilátera,
tu dedo inconcluso.
Miro a la terraza desde el mundanal suelo
y ya no hay barrotes,
ni amarillo tendido.
Las lágrimas del río cuentan que te fuiste,
pero ahora tu abrazo
me persigue a todas partes.
El amor se ha quedado
en dos sillones verdes y una mesa camilla
y la canela y el azúcar
ya no endulzan tanto el despertar.
miércoles, 26 de septiembre de 2018
CARTAS AL NORTE
Esta mañana el tren se ha adelantado.
Me ha despertado el canto del recuerdo,
yo le he tirado hasta mis sueños
y me he quedado desnuda.
El cristal me devuelve su reflejo
y son mis ojos los que me reprochan.
Verde aroma. Verde agua.
Verde monte tras la ventana.
El ángel pensará que he muerto,
la ausencia agrietará su cara.
Las piedras seguirán cantando
si el agua del mar se para.
El frío se irá con los niños
que juegan en la plaza.
El gato seguirá llorando
porque salga el sol cada mañana.
La vecina regará recuerdos
y florecerán las hiedras de la casa.
Los días quedarán intactos.
Las gentes seguirán amando.
Las mañanas de academia
seguirá oliendo a pan blanco.
La tinta se mezclará
con el vestido del mármol.
El río llevará mis risas.
El campo guardará mi llanto.
Seguirá lloviendo como lo dejé
ahora que yo también lo hago.
Esta mañana el tren se ha adelantado.
Me ha despertado el canto del recuerdo,
yo le he tirado hasta mis sueños
y me he quedado desnuda.
El cristal me devuelve su reflejo
y son mis ojos los que me reprochan.
Verde aroma. Verde agua.
Verde monte tras la ventana.
El ángel pensará que he muerto,
la ausencia agrietará su cara.
Las piedras seguirán cantando
si el agua del mar se para.
El frío se irá con los niños
que juegan en la plaza.
El gato seguirá llorando
porque salga el sol cada mañana.
La vecina regará recuerdos
y florecerán las hiedras de la casa.
Los días quedarán intactos.
Las gentes seguirán amando.
Las mañanas de academia
seguirá oliendo a pan blanco.
La tinta se mezclará
con el vestido del mármol.
El río llevará mis risas.
El campo guardará mi llanto.
Seguirá lloviendo como lo dejé
ahora que yo también lo hago.
jueves, 20 de septiembre de 2018
LÁGRIMA DE NUBE
Vuelvo a no hablar
y echo de menos.
En esta tarde húmeda
el otoño se recompone.
Me deshojo
las palabras
caen al barro hipnotizadas
por el arrebol del monte.
Ya no se escucha el olor a albahaca.
Ya no se huele el rumor del mercado.
Y todo duele.
La calle se esparce y se abraza,
el tráfico discute con los árboles,
el sol no ha salido esta mañana.
La historia de una lágrima de nube
se escribió en la palma de mi mano,
en los cristales de la estación de tren,
en los besos en la boca del metro.
La ciudad se desviste los párpados,
mis músculos se entumecen,
busco una salida.
Las alcantarillas rebosan llanto,
nadie las escucha con la prisa.
Corro yo también
y no me alcanzan los amaneceres.
Vuelvo a no hablar
y echo de menos.
En esta tarde húmeda
el otoño se recompone.
Me deshojo
las palabras
caen al barro hipnotizadas
por el arrebol del monte.
Ya no se escucha el olor a albahaca.
Ya no se huele el rumor del mercado.
Y todo duele.
La calle se esparce y se abraza,
el tráfico discute con los árboles,
el sol no ha salido esta mañana.
La historia de una lágrima de nube
se escribió en la palma de mi mano,
en los cristales de la estación de tren,
en los besos en la boca del metro.
La ciudad se desviste los párpados,
mis músculos se entumecen,
busco una salida.
Las alcantarillas rebosan llanto,
nadie las escucha con la prisa.
Corro yo también
y no me alcanzan los amaneceres.
sábado, 18 de agosto de 2018
PERDIDA
Me iré.
Me iré con la grava húmeda.
Me iré sin ningún latido.
Antes del delirio y las sillas rotas,
de los ojos vacíos y la incomprensión,
del olvido y la piel quebrada.
Antes, me iré de aquí.
Me iré sin el ruido del llanto
y cuando mi voz aún tenga sentido.
Me llevaré mi barca de palabras
y la hundiré en la tierra acendrada
bajo las flores de mi recuerdo.
Me iré con el sonido
de los cuerpos que se enredan,
de los labios que me pronuncian,
de las bocas que me beben.
Me llevaré los huesos de mis papeles
y la pena de mis versos
y la sangre derramada de las nubes.
Me iré con las horas que me abarcan,
que me visten y que me abrazan.
Me quedaría, pero no puedo.
Dios se olvidó de los que de verdad existen.
Me iré.
Me iré con la grava húmeda.
Me iré sin ningún latido.
Antes del delirio y las sillas rotas,
de los ojos vacíos y la incomprensión,
del olvido y la piel quebrada.
Antes, me iré de aquí.
Me iré sin el ruido del llanto
y cuando mi voz aún tenga sentido.
Me llevaré mi barca de palabras
y la hundiré en la tierra acendrada
bajo las flores de mi recuerdo.
Me iré con el sonido
de los cuerpos que se enredan,
de los labios que me pronuncian,
de las bocas que me beben.
Me llevaré los huesos de mis papeles
y la pena de mis versos
y la sangre derramada de las nubes.
Me iré con las horas que me abarcan,
que me visten y que me abrazan.
Me quedaría, pero no puedo.
Dios se olvidó de los que de verdad existen.
sábado, 11 de agosto de 2018
CARTAS NÁUTICAS. III.
Cerrazón en mi pecho,
tormenta que rompe el horizonte.
El mar y el cielo se funden
y las nubes lloran sobre mi vela.
Busco la corriente de estrellas
que me lleve hasta la luz del faro,
pero la niebla se cierne a mi cuerpo,
lo aprisiona queriendo herirlo.
Vista cansada. Manos cansadas.
Brazos cansados.
El timón se parece a mis palabras
que giran formando un huracán,
naufragio de mis versos calados.
El faro entre las rocas
me alcanza con su luz
como lo hacen sus pupilas.
Yo me quedo encallada entre sus párpados.
Cerrazón en mi pecho,
tormenta que rompe el horizonte.
El mar y el cielo se funden
y las nubes lloran sobre mi vela.
Busco la corriente de estrellas
que me lleve hasta la luz del faro,
pero la niebla se cierne a mi cuerpo,
lo aprisiona queriendo herirlo.
Vista cansada. Manos cansadas.
Brazos cansados.
El timón se parece a mis palabras
que giran formando un huracán,
naufragio de mis versos calados.
El faro entre las rocas
me alcanza con su luz
como lo hacen sus pupilas.
Yo me quedo encallada entre sus párpados.
viernes, 10 de agosto de 2018
CARTAS NÁUTICAS. I.
Desaparezco.
Me disfrazo de mí.
Soy el viento que nunca alcanzó a empujar ningún velero.
Me tiembla el pulso si me escribo,
si me miro a los ojos para buscar adentro
y sólo es un bosque de muros lo que veo.
Me molesta el color de la tinta,
el olor del papel impoluto,
el lápiz que me emborrona.
Me molestan mi voz y mis manos
que no saben hallarme entre el silencio.
Me molesta lo que pienso
y los sueños que me quitan las sábanas
y la noche que encarcela mis palabras.
Me molestan estos versos
que no saben hablar el idioma de mis pupilas,
que no saben el lenguaje
de mis manos temblorosas.
Me molesta este poema que viene de mí
(si lo tacho me parto en dos).
Desaparezco.
Me disfrazo de mí.
Soy el viento que nunca alcanzó a empujar ningún velero.
Me tiembla el pulso si me escribo,
si me miro a los ojos para buscar adentro
y sólo es un bosque de muros lo que veo.
Me molesta el color de la tinta,
el olor del papel impoluto,
el lápiz que me emborrona.
Me molestan mi voz y mis manos
que no saben hallarme entre el silencio.
Me molesta lo que pienso
y los sueños que me quitan las sábanas
y la noche que encarcela mis palabras.
Me molestan estos versos
que no saben hablar el idioma de mis pupilas,
que no saben el lenguaje
de mis manos temblorosas.
Me molesta este poema que viene de mí
(si lo tacho me parto en dos).
jueves, 9 de agosto de 2018
CARTAS NÁUTICAS. II.
Nada soy dentro de mí.
Me apago con la luz del mediodía
y sueño amaneceres sin silencio.
(Me disfrazo de caricias
y sueño que me rozan
las manos de la lluvia
del crepúsculo herido.)
En una habitación gris
me desvisto los deseos
y soy nada bajo el cielo
y mi piel no quiere huir
y juego a ser malabarista
y me tiemblan los dedos.
Me disfrazo de mí
y la luna cuenta historias de miedo.
Entonces, cuando me desnudo,
ya no me puedo dormir,
y sueño con lágrimas negras
que tejen este colchón.
Estoy temblando de frío.
Me arranco la sed del pecho
y sólo tengo un corazón
donde no caben las olas
ni los vacíos al sentir.
Como una mota de polvo en la arena
juego a ser faro de guía
y sólo soy parte de un barco
que navega a la deriva
y que no se quiere hundir.
Nada soy dentro de mí.
Me apago con la luz del mediodía
y sueño amaneceres sin silencio.
(Me disfrazo de caricias
y sueño que me rozan
las manos de la lluvia
del crepúsculo herido.)
En una habitación gris
me desvisto los deseos
y soy nada bajo el cielo
y mi piel no quiere huir
y juego a ser malabarista
y me tiemblan los dedos.
Me disfrazo de mí
y la luna cuenta historias de miedo.
Entonces, cuando me desnudo,
ya no me puedo dormir,
y sueño con lágrimas negras
que tejen este colchón.
Estoy temblando de frío.
Me arranco la sed del pecho
y sólo tengo un corazón
donde no caben las olas
ni los vacíos al sentir.
Como una mota de polvo en la arena
juego a ser faro de guía
y sólo soy parte de un barco
que navega a la deriva
y que no se quiere hundir.
miércoles, 1 de agosto de 2018
viernes, 1 de junio de 2018
SEMBLANZA
“Que no, todo no es marrón,
que yo soy un cualquiera,
retos, agua traicionera”
- Migue Benítez
Y yo
que nunca fui primera en las cuestiones de mi vida
hoy me siento la primera soledad.
Como un pelo de plata que aparece con el tiempo
voy poblando las calles de la noche
y las calles, que son ojos,
me devuelven la mirada de la luna
que también anochece en soledad.
Yo,
que siempre quise hacer cosas grandes
hoy soy tan pequeña como una palabra
que rompe la calma de una hoja en blanco.
Hoy no soy yo quien escribe.
Hoy mis versos me escriben a mí.martes, 29 de mayo de 2018
SIN REMITE
La casita de pájaro colecciona abriles
porque mayo atraganta el vuelo de las aves.
Paseo la Alameda y piso tus pisadas
y tus huellas siempre encuentran el camino más alto
en la rama donde duermen los sueños de una niña.
El recuerdo sabe a azúcar y a canela las mañanas
y camina por las luces que bajaban la montaña cada enero,
y el río es la pupila de tus ojos
y las risas hablan siempre con tu voz…
Por eso siempre vuelvo al árbol grande,
donde sólo yo sé
que vive y permanece
la casita que me hiciste tú.
Espero que volvamos volando un día.
viernes, 25 de mayo de 2018
VENUS
Yo sólo quiero aquí tus manos
que en forma de cuenco recogen mis lluvias,
lágrimas de manantial herido.
Yo sólo pido aquí, tu pecho
que florece y recoge el calor de la brisa
y vuelve al invierno primavera.
Yo sólo sueño con tu boca
que pronuncia la poesía y la transforma
como si de la primera palabra se tratase.
Yo sólo escribo porque el mundo
se embellece en las plantas de tus pies
que lo pisan y acarician a la par.
No me hacen falta los ángeles
si ya bajas tú todos los días.
domingo, 20 de mayo de 2018
AFORISMO FINAL
El hombre desnuda la piedra
y a cada golpe se vuelve polvo
y al polvo vuelve.
Blanco cabello de plata,
cuerpo blanco,
blancas manos, caricias blancas.
Disparos de nieve sin madrugada,
diamante que incide,
querube que guarda.
El hombre también me desnuda,
me arrastra la piel con su abrazo,
desviste mis blancas palabras…
El hombre no hace al poema,
la poesía inventa al hombre.
domingo, 13 de mayo de 2018
OCÉANOS DE PIEL
y mis papeles se llenan de almidón
me cubro con la nube de tu boca,
que siempre deja pasar el sol.
Algodón de caricia que sigue mis pasos.
El gato que llora la mañana
también respira tu recuerdo
y yace en las flores del tejado:
son tus manos despertando,
sujetándome el amor.
Y cuando tengo frío…
cuando tengo frío, amor,
subo al barco de tus ojos
y navego por tu voz,
y bebo el agua de tus labios
y piso tierra en tu calor.
Cuando tengo frío, amor,
vuelvo a las olas de tu abrigo
y me arrastra hasta tu abrazo la corriente,
y tu soplo siempre empuja mi navío,
y tu cuerpo sigue siendo continente…
mi continente.
"Se um dia alguém perguntar por mim
Diz que vivi para te amar"
- Salvador Sobral
Cuando llueve y hace fríoy mis papeles se llenan de almidón
me cubro con la nube de tu boca,
que siempre deja pasar el sol.
Algodón de caricia que sigue mis pasos.
El gato que llora la mañana
también respira tu recuerdo
y yace en las flores del tejado:
son tus manos despertando,
sujetándome el amor.
Y cuando tengo frío…
cuando tengo frío, amor,
subo al barco de tus ojos
y navego por tu voz,
y bebo el agua de tus labios
y piso tierra en tu calor.
Cuando tengo frío, amor,
vuelvo a las olas de tu abrigo
y me arrastra hasta tu abrazo la corriente,
y tu soplo siempre empuja mi navío,
y tu cuerpo sigue siendo continente…
mi continente.
miércoles, 28 de marzo de 2018
miércoles, 21 de febrero de 2018
MI PATRIA ES UNA NOTA DE TU VOZ
Me lates en
todos los corazones…
en el de la
poesía, en el de las noches,
en el beso
al despertar.
Y si bailas,
suena la vida
y es jazz el
compás de tus caderas.
Ando, como
un funámbulo, sobre la línea de tu figura,
ese hilo de
verso y caricia del que penden mis sueños.
Si me caigo,
me deslizo hasta tu pecho
y emerjo
entre las sombras de tu abrazo.
La playa de
Monterosso guarda tu memoria táctil
y te bebo a
pequeños sorbos de todos sus manantiales…
y nunca
sacio mi sed de tus labios bicolores.
Y te siento,
mujer, en cada parte de mi cuerpo.
Escucho en
todas las palabras el idioma
que sólo tú
y yo comprendemos.
Los versos
que quiero escribirte
son un
pájaro en la antena parabólica
que trae tu
recuerdo.
La única
bandera en la que creo
es la de tus
ojos, ondeando sobre mí
y mi patria
es una nota de tu voz
cuando cantas y me encuentro entre tus besos.
martes, 13 de febrero de 2018
SIGLAS DE AMOR
Mujer, mujer
de amor,
a los pies
de tu pecho vivo.
Rozas la
brisa, mujer,
inocuamente
en mi abrigo.
Amo sin
criba, amor,
Por eso
siempre te escribo.
A veces
dibujo en el aire
versos de
sol y caricia.
Otras, los
hallo en tus labios,
nacen
siempre contigo.
Lucen tus
ojos, mujer,
oníricos,
sobre mis noches.
Periplos de
amor hallado
en la
oscuridad, el beso:
zaguán del
verso enamorado.
domingo, 14 de enero de 2018
EL PATIO
Suenan todos mis delirios.
Me enredo en los astros de la noche por los que me olvido
y sueño con muerte
y un pájaro herido que grita mi nombre con voces inertes,
y luego la nada,
y luego el silencio que deja la vida cuando se te apaga
y risas y ruido
y crueles caricias de ojos que miran algo indefinido
que no será nada,
que no será más que una herida que tapa mi vista cansada.
Pero me ha vencido
y el hueco del árbol y el nido del llanto construyen las sombras…
y yo me he perdido,
y ya no consigo salir de este patio, oscuro de frío.
Suenan todos mis delirios.
Me enredo en los astros de la noche por los que me olvido
y sueño con muerte
y un pájaro herido que grita mi nombre con voces inertes,
y luego la nada,
y luego el silencio que deja la vida cuando se te apaga
y risas y ruido
y crueles caricias de ojos que miran algo indefinido
que no será nada,
que no será más que una herida que tapa mi vista cansada.
Pero me ha vencido
y el hueco del árbol y el nido del llanto construyen las sombras…
y yo me he perdido,
y ya no consigo salir de este patio, oscuro de frío.
miércoles, 10 de enero de 2018
PICCOLI STIVALI
Se abren mis
labios en flor
como regados
por tu viento suave.
Hay un
bosque nevado
en tus
pupilas, reflejados,
puedo ver
mis sueños cuando duermo
y cuando
despiertas
amanecen
todos los ojos mirándome.
Como una
enredadera, trepas todas mis edades
y al final
siempre
alcanzas la luz en la hendidura.
Se me tuercen
las líneas y tú
deslizas caricias
y las dejas caer
y yo,
que pierdo
siempre todo en las tintas,
recupero tus
manos y las verso.
Son el único
sol que necesito.
El aire se
viste con tu voz
y va
poblando el mundo de todas tus conquistas.
Has clavado
tu bandera en estos dedos temblorosos,
que escriben
siempre con tu nombre mis páginas.
Nunca sé
cuánto amor te llevas
pero sí que
el que dejas
florece y
germina en todos mis sentidos
y las raíces
son tan grandes
que al final
siempre te encuentran.
Búscame en la tierra de tu cuerpo.
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