CARTAS NÁUTICAS. II.
Nada soy dentro de mí.
Me apago con la luz del mediodía
y sueño amaneceres sin silencio.
(Me disfrazo de caricias
y sueño que me rozan
las manos de la lluvia
del crepúsculo herido.)
En una habitación gris
me desvisto los deseos
y soy nada bajo el cielo
y mi piel no quiere huir
y juego a ser malabarista
y me tiemblan los dedos.
Me disfrazo de mí
y la luna cuenta historias de miedo.
Entonces, cuando me desnudo,
ya no me puedo dormir,
y sueño con lágrimas negras
que tejen este colchón.
Estoy temblando de frío.
Me arranco la sed del pecho
y sólo tengo un corazón
donde no caben las olas
ni los vacíos al sentir.
Como una mota de polvo en la arena
juego a ser faro de guía
y sólo soy parte de un barco
que navega a la deriva
y que no se quiere hundir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario