sábado, 20 de noviembre de 2021

OTRA CANCIÓN PARA PILAR.

La abuela cubre los campos
dorados de blancos claveles.

Sobre la tierra húmeda
descansan sus párpados,
recuerdos de mi corazón herido.
Las manos despiden
a la claridad del día
con un suave susurro.

La lluvia escribe
sobre las teclas del tejado
la melodía de los veranos:
el canto de las cigarras,
la caricia de los pinos,
los pasos de los gatos
el cierre de la flanera,
la saliva de los árboles,
el tintineo de las arañas,
el despertador del gallo.

Me transporto hasta el tercer sillón
y te escribo esta lágrima.

miércoles, 24 de marzo de 2021

CÁPSULA


Tendré veinte años

y las mejillas rosadas del alcohol y la risa.

Pasearé de madrugada

por el asfalto lúgubre

de la ciudad sin miedo.

Buscaré las horas 

para burlar su paso

y no dejar que me alcancen nunca.


Tendré veinte años

y el dolor será una astilla

clavada en la caricia ausente

de mis manos.

Bailaré en las fiestas de los viernes,

probaré hasta el último bocado

de la infancia robada.

Miraré con recelo el calendario.

Besaré con dulzura las palabras.


Tendré veinte años

y el olor del arte y el olvido

clavado en la cima de la sien.

Lloraré sin consuelo los vacíos,

conoceré la muerte de los días

y los huecos de las ropas.

El silencio se traducirá en las formas

y el aliento contenido.


Tendré veinte años

y el amor será una guerra sin vencidos.

Escribiré cartas sin remite,

pasearé países desvalidos

del cariño y la dulzura de siempre.

Dolerán las despedidas...

Sanarán con los principios.


Tendré veinte años

y un pincel de esperanza en el bolsillo.

Plantaré por vez primera

la promesa de una vida.

Cantaré agarrada a un cuerpo

que comparto, todavía.


Tendré veinte años

y todo un poema por acabar.

 

sábado, 20 de febrero de 2021

DESVELO 

Yo ya he estado aquí.

Tras los campos dorados del ensueño

te desnudo en cada gota de lluvia.


Cristal de amor,

mis palabras son nubes de amanecer.

Los rayos de sol se debaten

entre tu mejilla y tu pecho.

Me caen a peso las horas

del día gris de Madrid.


Despierto sin paisaje nocturno,

aún con la hiel en los labios.

Tus ojos me miran, extraños, 

como buscando volver.


Abrázame, vengo despacio

y no puedo con toda tu piel.