DESATINO NOCTURNO
No me
perdones.
No
justifiques mi egoísmo de vivir,
ni dejes que
mi pena sea una razón.
Enciérrame
aquí,
será mejor.
No dejes que
entre la luz del sol entre las grietas;
cúbrelas con
olvido, séllalas con silencio,
que no me
alcancen la piel.
No me dejes
soñar jamás,
que en mis
alas nunca vuelva a entrar el aire.
Recógeme las
palabras y asesínalas,
no son de
nadie.
Apaga la
luz.
Sal de aquí.
Todo ha acabado.