martes, 31 de marzo de 2020

QUERÍA CONTARTE...

Quería contarte
que estas cuatro paredes
hacen más ruido que el hielo en la noche.

Que en este vestido
de oscuro silencio
se siente la brisa más fría que entonces.

Quería contarte
del tiempo y del trino
de los pájaros que pasan sin saber a dónde,
de transeúntes que buscan una vía de escape,
del miedo y la angustia en los ojos de la calle.

Los coches, los gritos,
el sol sostenido,
los días que, grises, se tiñen de olvido.

Quería contarte
que en esta prisión precisa
la luz se detiene buscando los cuerpos,
que cada sonido son soplos de viento,
que sueñan, heridos, buscando el reencuentro.

Que en esta yerma distancia
me vencen los crudos gemidos.
Que siento dormidos los ojos.
Que el llanto es tan sólo un quejido
entre la paz y el quebranto.

Quería contarte
que aquí, desde donde escribo,
es más profundo el recuerdo...
Es más abrupto el camino.

Que desde donde yo sueño,
no existe el adiós, ni la escarcha,
ni la muerte,
ni la huida.
Que volverán las risas de los niños,
y volverá la prisa de la tarde.
Que volverán los besos y la vida
a colarse en todas partes.
Que volverán a encontrarse los ojos,
y volverán a bailar los amantes.

Quería decirte
que aquí, desde donde escribo,
me sobran cosas que contar
para cuando estéis conmigo.

sábado, 7 de marzo de 2020

MARÍA ESCRIBE AMOR EN VERTICAL
"Migravamo come due gabbiani
c'amavamo
e le tue mani
da tenere, da scaldare..."
- Claudio Baglioni
Me dices que no te llamo
por tu eterno nombre sin reino.
María, sueñan descalzos
los hilos de toda mi risa
cuando te nombran.

María,
bajo el almendro
tus ojos se abren en flor
y te llamo cuando, al alba,
se despiertan todos los aromas
en tus pupilas.

María,
tus pies de página
pasean mensajes de amor,
y te nombro si mis palabras
se encuentran con tu recuerdo.

También en el verde del muérdago
cuando te busco los labios
y en la caricia cotidiana
de llevar mi abrazo hasta tu puerta.

María,
bailo descalza sobre tu timbre de voz
que canta momentos de vida,
acurrucada en el sofá
y abraza la espalda del miedo
si se apodera de mis latidos.

No me hace falta tu nombre
para encontrarte en todas las cosas
que son dignas de ser llamadas
por la palabra amor.