miércoles, 25 de noviembre de 2015

SIN NOTICIAS DE UN PRETÉRITO.

Ya no sé cómo callar este silencio
que grita entre susurros y agonía.
Ya no sé cómo volar en este cielo
si no alzo el vuelo con las plumas frías.

Ya no sé si duele más tu marcha
o es tu ausencia la que deja este vacío.
Pensé en voz alta y se cubrió de escarcha
el mar que levantaba mi navío.

Ya no sé cuándo es de noche o es de día
si tan oscuro es todo sin tu aliento,
si las estrellas titilaban de alegría   
y fugaces se las ha llevado el viento.

Ya no sé cómo reírle a la mañana
si al despertar, tu canto se ha perdido
como la rosa al ruiseñor de la ventana,
como los sueños de tu voz en el olvido.

Ya no sé crecer si no es contigo
y las horas me arañan con su paso
este triste anhelo de tu abrigo,
este hundido suelo del ocaso.

Ya no sé dormir con los recuerdos,
encerrados por todas las cicatrices
que han dejado entrar al recogerlos
las sombras en los días felices.

Ya no sé cómo vivir en este Averno
que de nieve ha cubierto mi papel
y de lágrimas ha sembrado el invierno
con el color de los tesoros de tu piel. 

domingo, 22 de noviembre de 2015

MADRID SERÁ MÁS TRISTE.

Desperté sin luz alguna
y en la noche me encontré
a la cara de la Luna
que a tus ojos le robé.

Despertó el llanto bordado
con hilo de escarcha y Sol
y se ahogó desamparado
como el hielo en el alcohol.

Naufragaron mis sueños helados
en un mar hirviendo en dolor
por las caricias en tu costado,
por la nostalgia de tu calor.

Los abrazos se hicieron ceniza
y en lo obscuro mi piel se cubrió
de tu olor y de arena cobriza
que de entre tu risa expiró.

Dormido ha quedado mi cielo
y herido mi mundo de papel.
De gris se ha teñido el anhelo
y sin colores quedó mi pincel.

martes, 17 de noviembre de 2015

LOS VERSOS LIMERENTES

Vuelve,
que aún no te he contado
las historias de las manos
que construyeron altos edificios,
que desde precipicios se atrevieron a saltar.

Vuelve,
que aún quedan más noches en la Luna
contando los planetas que en tus ojos
creaban las lagunas de tus labios
que rojos se tiñeron con tu luz.

Vuelve,
que sigo imaginándote en el aire
siguiendo tus pisadas por la calle,
pidiendo que no estrelle más la noche,
tan oscura si no estás...

Vuelve,
que busco con mis manos los recuerdos
de noches que en silencio se cubrían
de eternos desacuerdos
entre tu piel y la mía,

Vuelve,
he visto con mil lágrimas al mundo
huir de las heridas del pasado
y hundirse en tu helado
y frío mar furibundo.

Vuelve,
que ya no quedan almas en mi pecho
que resistan y me hagan respirar.
Las ilusiones que ahora se han deshecho
se fueron para ya no regresar.

Vuelve,
que tengo nave en todos tus lunares
y no quieren despegar tan deprisa
por miedo a que separen
asteroides de tu risa.