miércoles, 25 de noviembre de 2015

SIN NOTICIAS DE UN PRETÉRITO.

Ya no sé cómo callar este silencio
que grita entre susurros y agonía.
Ya no sé cómo volar en este cielo
si no alzo el vuelo con las plumas frías.

Ya no sé si duele más tu marcha
o es tu ausencia la que deja este vacío.
Pensé en voz alta y se cubrió de escarcha
el mar que levantaba mi navío.

Ya no sé cuándo es de noche o es de día
si tan oscuro es todo sin tu aliento,
si las estrellas titilaban de alegría   
y fugaces se las ha llevado el viento.

Ya no sé cómo reírle a la mañana
si al despertar, tu canto se ha perdido
como la rosa al ruiseñor de la ventana,
como los sueños de tu voz en el olvido.

Ya no sé crecer si no es contigo
y las horas me arañan con su paso
este triste anhelo de tu abrigo,
este hundido suelo del ocaso.

Ya no sé dormir con los recuerdos,
encerrados por todas las cicatrices
que han dejado entrar al recogerlos
las sombras en los días felices.

Ya no sé cómo vivir en este Averno
que de nieve ha cubierto mi papel
y de lágrimas ha sembrado el invierno
con el color de los tesoros de tu piel. 

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