domingo, 22 de noviembre de 2015

MADRID SERÁ MÁS TRISTE.

Desperté sin luz alguna
y en la noche me encontré
a la cara de la Luna
que a tus ojos le robé.

Despertó el llanto bordado
con hilo de escarcha y Sol
y se ahogó desamparado
como el hielo en el alcohol.

Naufragaron mis sueños helados
en un mar hirviendo en dolor
por las caricias en tu costado,
por la nostalgia de tu calor.

Los abrazos se hicieron ceniza
y en lo obscuro mi piel se cubrió
de tu olor y de arena cobriza
que de entre tu risa expiró.

Dormido ha quedado mi cielo
y herido mi mundo de papel.
De gris se ha teñido el anhelo
y sin colores quedó mi pincel.

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