jueves, 20 de septiembre de 2018

LÁGRIMA DE NUBE

Vuelvo a no hablar
y echo de menos.
En esta tarde húmeda
el otoño se recompone.

Me deshojo
las palabras
caen al barro hipnotizadas
por el arrebol del monte.

Ya no se escucha el olor a albahaca.
Ya no se huele el rumor del mercado.
Y todo duele.

La calle se esparce y se abraza,
el tráfico discute con los árboles,
el sol no ha salido esta mañana.

La historia de una lágrima de nube
se escribió en la palma de mi mano,
en los cristales de la estación de tren,
en los besos en la boca del metro.

La ciudad se desviste los párpados,
mis músculos se entumecen,
busco una salida.
Las alcantarillas rebosan llanto,
nadie las escucha con la prisa.

Corro yo también
y no me alcanzan los amaneceres.

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