domingo, 12 de marzo de 2017

SANGRE DE PRIMAVERA

Herida soy, y vengo herida.
Escucho las miradas de los transeúntes,
sombras desbordadas en la viscosidad del aire.

Abrazo las flores que dejan tus manos
que coman las paredes de esta habitación.
Los pétalos son sogas en derredor de mis sílabas
que se abren al son del llanto de un niño.

Aquí no existe tu patria.
Dejo a mis palabras que luchen sobre mi cuerpo
y luego las fusilo al alba

y no soy yo, son mis ojos
los que oprimen esta soledad dormida.

Esta herida, que es mi cuerpo,
encierra dentro al mar.
Las olas
se llevan los besos que dejé en la orilla.
No quedan más que huellas para los lirios de tu cementerio.

Los pájaros anuncian la llegada de la primavera,
mi corazón sanciona el sol de media tarde
y lo vuelve madrugada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario