viernes, 20 de mayo de 2016

LA ROSA QUE DOMESTICÓ A MI MAR.

Si de pronto ves que no respiro,
no te asustes,
es el aire contenido
lo que me mantiene viva.

Pero
si en cambio eres tú, que no respiras,
soy yo la que se ahoga.
Si te cortas, soy yo quien sangra;
si recortas tus abrazos,
me vacío;
si tropiezas, yo me caigo;
si te llueve, soy yo la que se moja.

Si te mueve la nostalgia
hacia una oscuridad remota,
soy yo quien me oscurezco en soledad.

Si de pronto ves que no respiras
y sientes tan frío el mar
hasta volver tu cuerpo débil y opaco,
no te asustes,
yo te saco,
ya me ahogo yo por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario