viernes, 27 de julio de 2012

HISTORIA DE UN SUEÑO

"Para N"

Me encanta que el sol ilumine la arena de la playa,

que encienda pequeñas chispas en las ondulaciones del mar.

Me encanta que las olas me sigan allá donde vaya

y por eso las dejo guiarme hasta donde me quieran llevar.


Duermo.


Sueños.


Soñando, diviso una isla desierta,

donde los sueños siempre suelen desembarcar.

Donde tu alma,

indefensa,

jamás despierta.

Donde la música del viento te invita a soñar.

La Dama Blanca despierta a las una

y contempla su pálido rostro en los reflejos del mar,

y tu figura aparece a la luz de la luna;

cuando todos sueñan,

y las cigarras cesan su cantar.

Y observando tu rostro sentada en el suelo,

hasta que la noche y el frío aparece,

y hiere golpeándote, como un bloque de hielo...

y tu figura,

al igual que vino...

se desvanece.


De pronto despierto.

Te llamo.

Pero no contestas.

Sueño.

Y soñando exclamo:


Qué hermosa la luna,

qué hermoso esplendor.


Qué hermoso el mar,

color tisú.


Qué hermoso brillo,

qué hermoso el sol.


Qué hermoso el sueño,

qué hermoso tú...


Me encanta que el sol ilumine la arena de la playa,

que encienda pequeñas chispas en las ondulaciones del mar.

Me encanta que las olas me lleven allá a donde vayas

y por eso las dejo guiarme hasta donde te pueda encontrar.

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