SLOWLY
Quítame despacito
la ropa, el miedo, la sed;
que en esta cama de dudas
hay una leve ausencia
que me come y me bebe.
Bésame despacito
los labios, las horas, la piel;
que tengo bajo tus muslos la boca incendiada
de fuego y de miel.
Múeveme despacito
el cuerpo, el alma, los pies;
que quiero andar tu cintura
para dejarme caer con las manos
al mar de angustia de tu pecho.
Tócame despacito
la espalda, el sexo, la tez.
Sácame a bailar a tus piernas,
arráncame la carne
como si fuera papel.
Muérdeme despacito
el pecho, el cuello, el desdén;
que tengo el cuerpo poblado de funámbulos
y sólo andan la línea
entre el dolor y el placer...
como los renglones que andan mis versos.
Quiéreme despacito...
o mejor, no me quieras.
Prefiero que dejes la cama vacía
más pronto que tarde.
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