lunes, 3 de diciembre de 2012


VEN

Mírame.

No escondas la mirada entre tus manos.

El cielo gris hoy llora como jamás ha llorado.

El frío viento sopla como un llanto devastado,

susúrrale a la tierra que todo ha sido en vano.

Miénteme.                            

Dime solo una palabra que me hunda.

Demuéstrame que el sol ya no brilla enfurecido,

destroza los pedazos de mi corazón partido,

acalla al fin mi llanto con tu sonrisa profunda.

Siénteme.

Mis ojos te buscan entre la eternidad,

mis miradas recorren tu cuerpo olvidado,

el viento hiela mis manos si no estás a mi lado.

Mis dedos se aferran con tinta a la oscuridad.

Olvídame.

Y borra los recuerdos de mi mente.

Bésame con esos fríos labios que me mintieron.

¿Sueños? Muchos, pero no se cumplieron.

¿Tiempo? Lento. Parado eternamente

Ven.

Mírame a los ojos y dame un adiós.

Miénteme por última vez en tu vida.

Siénteme, roza con tus manos mi herida.

Olvídame si ya no brilla el cielo por los dos.

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