lunes, 4 de julio de 2016

TE GUARDO EL AMOR

Guardamos el amor en un bote de pastillas,
nos lo tragamos sin respirar,
sin apenas saborearlo,
sin masticar el dolor que supone sentirlo.

Y los besos, vida mía,
ya no se dan a ojos cerrados,
ni a corazones abiertos;
ni tampoco acariciamos con los labios la piel,
se quedan vacíos de tacto,
de textos,
del rojo de los tejados de pasión…
ahora son grises, como el cielo.

Las nubes no te desnudan con palabras,
ni miramos con pupilas desgarradas de cariño.
Ahora la lluvia te desgasta la ropa hasta que desaparece,
no hace falta que busques camisas debajo de la cama,
ni restos de ternura entre las sábanas.

Los olores ya no son perfumes de momentos,
tan sólo un olor desagradable inundando el armario,
y las cartas,
papeles amarillentos que adornan una caja
o el fondo de cualquier cajón.

Yo guardo el amor en todas partes,
espero encontrarlo en los besos a ojos cerrados
y a corazón abierto,
en los labios que acarician la piel.
Busco desnudarte con palabras
y mirarte con pupilas desgarradas de cariño.
También en los restos de ternura entre las sábanas,
en los olores que son perfumes de momentos
y en las cartas que escribo,
siempre en forma de versos.

Pero no me encuentro, amor.
No me encuentro.

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