TE GUARDO EL AMOR
Guardamos el
amor en un bote de pastillas,
nos lo
tragamos sin respirar,
sin apenas
saborearlo,
sin masticar
el dolor que supone sentirlo.
Y los besos,
vida mía,
ya no se dan
a ojos cerrados,
ni a
corazones abiertos;
ni tampoco
acariciamos con los labios la piel,
se quedan
vacíos de tacto,
de textos,
del rojo de
los tejados de pasión…
ahora son
grises, como el cielo.
Las nubes no
te desnudan con palabras,
ni miramos
con pupilas desgarradas de cariño.
Ahora la
lluvia te desgasta la ropa hasta que desaparece,
no hace
falta que busques camisas debajo de la cama,
ni restos de
ternura entre las sábanas.
Los olores
ya no son perfumes de momentos,
tan sólo un
olor desagradable inundando el armario,
y las
cartas,
papeles
amarillentos que adornan una caja
o el fondo
de cualquier cajón.
Yo guardo el
amor en todas partes,
espero encontrarlo
en los besos a ojos cerrados
y a corazón
abierto,
en los
labios que acarician la piel.
Busco
desnudarte con palabras
y mirarte
con pupilas desgarradas de cariño.
También en
los restos de ternura entre las sábanas,
en los
olores que son perfumes de momentos
y en las
cartas que escribo,
siempre en
forma de versos.
Pero no me
encuentro, amor.
No me
encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario