domingo, 16 de octubre de 2016

ENUMERACIÓN DE SOLEDADES

Constelación de dolor en mi piel
si uno los lunares que ya no riman con nadie.
Ya sólo nos queda la tristeza,
nadie nos echará de menos en las noches de invierno.

Mi corazón es una quimera de caricias mudas.
Me derramo sobre ti como la pena que se me desboca
y mis manos sólo son un malecón de decepciones.

El tiempo que nada curó
está regresando solo a Ítaca.
Mis versos me abrigan y después me desarropan
esperando que mi cuerpo se deshaga como espuma de mar.

Todo lo amo y lo marchito,
un rey Midas de ceniza que sólo sabe acariciar
y que vende su reino por algún pecho
que quiera ocupar sus brazos deshabitados.

Toma mi bandera de palabras.
Ya no ondea con la soledad.

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